cineLiberarte: Diaz: No limpiéis esta sangre ( 2012 ) Dir.Daniele Vicari

















¿Qué puede tener en la cabeza un policía para pegar porrazos a un ciudadano indefenso tirado en el suelo? Sólo se me ocurre una respuesta: un casco. Si eres de los que todavía no comprenden que un funcionario tenga entre sus atribuciones repartir estopa para contener manifestaciones, de los que se escandalizan cuando oyen hablar de “despliegues contra el enemigo” a comisarios, y te estremeces cuando ves en YouTube o en los telediarios el último vídeo con otra nueva muestra de matonismo uniformado, acércate a Diaz: No limpiéis esta sangre con sumo cuidado. Ganadora del Premio del Público en la pasada Seminci, la dureza de la violencia de Estado que retrata (el asalto de la policía a una escuela donde dormían manifestantes contra la cumbre del G8 en Génova de 2001) no es definitivamente para todos los estómagos. Se puede discutir el enfoque –Vicari opta por una recreación a lo Omagh, pero con peor pulso cinematográfico–, lo desnortadas de algunas interpretaciones producto de la confusión internacionalista y políglota, incluso la pobrísima contextualización histórica más allá del momento que documenta –¿por qué la ciudadanía no apoya a estos defensores de la libertad?, se preguntará quien no recuerde aquel julio italiano–, pero cualquiera de sus variados defectos quedan silenciados por su valor como documento. Provoca el efecto que busca: informar e indignar a los que todavía ignorasen estos hechos. Una realidad que hay que confrontar con urgencia. La policía que se esconde tras máscaras y parapetos está para defender intereses que poco tienen que ver con los de los ciudadanos.