DocumentArte:NO A LA VENTA


Sinopsis: Un documental del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativo en coproducción con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)
Las personas de todo el mundo cada vez dependemos más de un menor número de grandes empresas globales. Monsanto controla el 90% de las semillas transgénicas. Microsoft tiene un 88,26% de la cuota del mercado en software informático, seguida por Apple con Mac con un 9,93%. Cada día 150 millones de personas en todo el mundo compran un producto Unilever sin ni siquiera saberlo. MC Donald sirve 58,1 millones de comidas diarias en todo el mundo. De las 100 economías más grandes del mundo, 51 son empresas. Los estados pierden poder al mismo ritmo que las grandes empresas lo ganan. La globalización ha generado un nuevo contexto que requiere una redefinición de las reglas de juego para la sociedad global del siglo XXI.
En este contexto surge el debate en torno a la Responsabilidad Social Corporativa dueo de las empresas (RSC), que se plantea como el punto de partida desde el cual replantearse el equilibrio entre el desarrollo económico, la sostenibilidad ambiental y el desarrollo social necesarios para construir el nuevo tipo de sociedad que queremos. Aunque se está produciendo un incremento paulatino del interés por la Responsabilidad Social Corporativa, tanto en círculos empresariales como en el ámbito social, el proceso está siendo lento.
Es el momento de que nos planteemos qué tipo de sociedad queremos construir y qué papel debemos jugar para contribuir a su desarrollo. Debemos asumir el rol de personas consumidoras, trabajadoras y opinión pública implicadas en la aplicación de los modelos responsables en todos los ámbitos de actuación de las empresas.



¿Por qué este documental?

Por qué el documental NO A LA VENTA?
Creemos necesario ofrecer información adicional sobre algunos de los casos que justifican la producción de este documental y el debate en torno a los impactos negativos de la actividad empresarial en el ámbito de los derechos humanos, el medio ambiente y la corrupción.
En el origen de la actual crisis económica y financiera está la falta de regulación del mercado y el sistema financiero. Durante las últimas décadas, se han impuesto las teorías neoliberales defendidas por teóricos, como Friedman, y gobernantes, como Margaret Thatcher, Ronald Regan y George Bush, padre e hijo. Las políticas basadas en estas teorías generaron, en un principio, gran dinamismo económico, pero también han favorecido que las entidades financieras y las empresas multinacionales hayan aumentado su poder frente a los estados soberanos.
En este proceso, en torno a las actividades financieras y empresariales, se ha alzando un muro de opacidad. La simiente perfecta para que el fraude y la corrupción se desarrollen hasta niveles nunca antes conocidos. Se ha generado así una crisis, que excede del ámbito económico y financiero, que se ha visto acelerada por la entrada en el sistema de libre mercado de economías emergentes como India, China o Brasil.
Se trata de una crisis de dimensiones múltiples que afecta a los valores, a la confianza y a la forma de relacionarnos con nuestro entorno; de una crisis sistémica de importancia aún por determinar que, al dinamizar el debate sobre el FUTURO del sistema económico y del planeta, abre la puerta a la esperanza. Es, por tanto, un momento propicio para sentar las bases de una sociedad más justa y sostenible a nivel global. El letargo del pensamiento crítico generado por el bienestar material ha terminado.
La falta de transparencia sobre las políticas y prácticas de los bancos, el impacto de los bancos en el desarrollo de los países en los que operan, la ruptura entre la gestión y la propiedad, la utilización de paraísos fiscales para evitar responsabilidades jurídicas y fiscales. En el mundo, según el Ministerio de Hacienda, hay 44 paraísos fiscales; y los expertos (Tax Justice Network) calculan que se evade cerca de 250 billones de dólares anuales. Esto significa que una gran arte de la riqueza procedente de todo el mundo se queda en 44 territorios muy pequeños en cuanto a población y extensión. Estas son algunas de las malas prácticas detectadas y que nos han inspirado.
No se trata de atacar gratuitamente a las empresas, sino de reparar en el creciente poder que las multinacionales tienen en la toma de decisiones trascendentales, como la definición de políticas. Es decir, en la generación de un nuevo modelo de sociedad en un contexto marcado por la globalización y la homogeneización constante. Las empresas generan empleo y bienestar. Son actores sociales fundamentales. Aunque hay indicios de que hay que introducir nuevos criterios sociales y ambientales en su gestión, y reforzar los mecanismos de control que permitan generar un desarrollo más sostenible para todos.
A continuación os presentamos una selección de casos de malas prácticas e impactos negativos sobre las sociedades y el medio ambiente. Algunos de los casos que comentamos son sobradamente conocidos y otros no tanto, pero todos ellos sirven para poner en evidencia la importancia del asunto que nos ocupa y preocupa.
[>] Corrupción (web: no a la venta)
[>] Desastres medioambientales (web: no a la venta)
[>] Violación de derechos humanos (web: no a la venta)