CINE//LiberArte: Repo Men



En Repo Men, un thriller futurista de acción, los hombres han ampliado y mejorado su esperanza de vida gracias a unos órganos mecánicos muy sofisticados y caros fabricados por la empresa The Union. Pero este gran avance tecnológico tiene un lado oscuro: si alguien no puede pagar la factura, The Union manda a sus especialistas, los repo men, para que recuperen el órgano en cuestión, sin preocuparse del dolor o de la supervivencia del cliente. Jude Law es Remy, uno de los mejores repo men de la empresa. Durante su horario laboral sufre un infarto, pero se despierta con el mejor corazón mecánico del mercado… y de paso, con una deuda sustancial. Curiosamente, un efecto secundario del trasplante es que ha dejado de interesarle su trabajo. Cuando no puede hacer frente a los pagos, The Union manda a Jake (el oscarizado Forest Whitaker), el durísimo ex compañero de Remy, a por él. El cazador se ha convertido en presa. Remy se une a Beth (Alice Braga), otra perseguida que le enseña como desaparecer del sistema. Jake y él se embarcan en una persecución por un mundo poblado de amigos y enemigos. Un hombre acabará convirtiéndose, a su pesar, en el abanderado de miles de fugitivos.



Critica: Puede que sea una película de acción exagerada, inverosímil, con algunos ratos tontos, con un tratamiento facilista de las temáticas que desarrolla y con bastantes situaciones narrativas que resultan demasiado livianas e ilógicas en su afán de excitar a la platea.


Pero también hay que reconocer que es una cinta de ciencia ficción que tiene un mensaje crítico en el fondo, que logra entretener de principio a fin, que posee saludables dosis de violencia y sangre, y que no se presenta para nada edulcorada en su historia.


Es un filme que exhibe una historia ambientada en un futuro, en la cual hay un trasfondo crítico que desde la bioética denuncia las abyectas actividades económicas que buscan lucrar con la desesperación del ser humano debido a los problemas de salud.


Así por un lado tenemos un filme que resulta un aceptable pasatiempo gracias a su vertiginosidad, a su saludable cuota de gore, y a sus efectos especiales.


Pero por otro lado también se nos presenta una cinta que tiene cierta profundidad discursiva que despierta la conciencia del espectador. Desde este aspecto puede verse cómo se denuncia la insensibilidad humana que prioriza la ganancia económica antes que el derecho de cualquier persona a tener una vida digna y con salud. 


Es por tanto una película que busca paralelamente entretener y sensibilizar. Para ello se propone un argumento donde aparece el comercio inescrupuloso con órganos artificiales que brindan soluciones a los problemas de salud de las personas, pero por otro lado al ser tan caros endeudan a los enfermos de tal manera que si no pueden cumplir con el pago se les quita violentamente el órgano sin importar el destino del individuo. Es así como surgen los “confiscadores”, quienes son los que realizan el trabajo sucio de aplicar fríamente la ley.


Hay que estar atentos porque también la cinta deja entrever -si uno realiza una lectura entrelíneas- el hecho de que a pesar de que en ese futuro el ser humano compra partes de su cuerpo y se vuelve en cierta forma artificial en su interior, aún así nunca pierde la sensibilidad y la intranquilidad de conciencia que le caracteriza.


Aceptable opción que entretiene y deja pensando.