Bryan Mills (Liam Neeson), un agente especial retirado, debe volver a la acción para liberar a su hija Kim (Maggie Grace), que ha sido raptada en París por una banda de albanokosovares que se dedica a la trata de blancas.
critica: Esta cinta cumple en su objetivo de impactar con su torbellino de acción, y tanto es así que cuando terminas de ver la cinta te das cuenta que no tuviste tiempo siquiera de pensar sobre la verosimilitud del argumento.
Licencias hay y muchas, pero un producto que se precie de contener incesante acción siempre tiene concesiones. Máxime si es para lograr violencia a raudales, situaciones altamente intensas y frenesí constante sin puntos muertos.
Esta película es acción pura, su argumento es lineal y sin mucha confección más allá de la justa y necesaria para resultar atractivo desde las variantes desarrolladas.
Liam Neeson compone un personaje durísimo, rústico e intocable en forma magistral. Convence en todo momento en ese papel, y él solo soporta todo el peso del filme ya que es el centro de atracción con las características de su personaje, ese frío padre de familia que no está dispuesto a perder a su hija en manos de una red de traficantes de personas para destinarlas a la prostitución.
La película es sencilla, pero no te libera nunca en su inercia emocional y en el barullo que se va armando.
Acelerada dirección con firme pulso en el ritmo narrativo, con mucho movimiento de cámaras para dar por resultado un contundente e incontestable producto de mera acción con temática vengativa.
critica: Esta cinta cumple en su objetivo de impactar con su torbellino de acción, y tanto es así que cuando terminas de ver la cinta te das cuenta que no tuviste tiempo siquiera de pensar sobre la verosimilitud del argumento.
Licencias hay y muchas, pero un producto que se precie de contener incesante acción siempre tiene concesiones. Máxime si es para lograr violencia a raudales, situaciones altamente intensas y frenesí constante sin puntos muertos.
Esta película es acción pura, su argumento es lineal y sin mucha confección más allá de la justa y necesaria para resultar atractivo desde las variantes desarrolladas.
Liam Neeson compone un personaje durísimo, rústico e intocable en forma magistral. Convence en todo momento en ese papel, y él solo soporta todo el peso del filme ya que es el centro de atracción con las características de su personaje, ese frío padre de familia que no está dispuesto a perder a su hija en manos de una red de traficantes de personas para destinarlas a la prostitución.
La película es sencilla, pero no te libera nunca en su inercia emocional y en el barullo que se va armando.
Acelerada dirección con firme pulso en el ritmo narrativo, con mucho movimiento de cámaras para dar por resultado un contundente e incontestable producto de mera acción con temática vengativa.
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